martes, 6 de octubre de 2009

Descubriendo otro mundo




Las cosas que en los casinos se ven son muchas, muchas mujeres que se prostituyen por el juego, los prestamista insultando los jugadores delante de todo el mundo porque no le pagaron cuando prometieron, viendo esto un día me dije cuando no tenga dinero no vendré a jugar total que no es una obligación que voy a estar tomando dinero prestado para jugar, yo que no cojo prestado para otra cosa, no lo voy a coger para eso. Para que me pongan a pasar vergüenza de esa forma. (Lo que no sabía en aquel momento era que, ya estaba en aquel camino, el cual se estaba instalando en mí poco a poco sin que yo mismo me diera cuenta) En este medio, se encuentra uno una cantidad de amigos y amigas que de repente te quieren mucho y están junto a ti aplaudiendo cuando tú ganas, un poco alejados cuando pierdes y cuando te cae definitivamente ya no queda nadie. El mismo casino cuando se percata de que ya no tienes más dinero, después que eras bien recibido bien tratado, cuando ya no tienes dinero te mandan a sacar con la seguridad, como un vil pordiosero.
Caer en esta situación le puede suceder a cualquiera, yo me creí blindado a vicios de cualquier tipo, me creía muy fuerte y dueño de mi vida, sin embargo caí hasta tocar fondo. Hasta llegue a pensar en el suicidio para lograr salir de esto, cuanta veces no pensé en dejar ir mi carro por un precipicio, o chocarlo con un poste de luz, estaba dispuesto a cualquier cosa con tal de olvidar todo aquello, y el infierno estaba apenas empezando. Comencé a visitar diferentes casinos, ya estaba que perdía en uno, y salía de ahí y entraba a otro, muchas veces me recuperaba, y entonces me iba a mi casa, prometiéndome a mi mismo que no volvería.

No hay comentarios:

Publicar un comentario