martes, 27 de octubre de 2009

La gran sorpresa.

En esa época una hermana mía y yo habíamos comprado un apartamento a crédito y lo pagábamos entre los dos, yo me quede sin trabajo y mi hermana también tenía problemas económicos también así que se nos aglomeraron los pagareses atrasados y el banco ya estaba amenazándonos con embargarnos. Imagínense la situación, yo ya tenía como 3 meses que no iba por el casino. Pedí a un amigo que me prestara dinero para pagar por lo menos unos tres meses atrasados del apartamento, me lo presto sin problemas así que me dirigí al banco a llevarle el dinero, de repente por el camino empecé a maquinar si pagar solo dos meses y que darme con uno he irme al casino; fue lo que hice pase por el banco y me quede con el dinero del tercer mes y me dirigí al casino.
En el camino implore a Dios con todas mis fuerzas: “Dios por favor permite que gane algún dinero, tu vez todos los problemas que tengo, que no tengo trabajo, ¡porque yo no puedo ganar, si otras personas ganan, Señor te prometo que si gano esta vez y puedo resolver mis problemas no volveré a jugar.
Llegue al casino empecé a jugar póker, no me iba tan mal había ganado ya el equivalente de pagar otro mes de la cuota del apartamento, entonces me dije ya esta bien, esto me permite pagar la tercera cuota del apartamento y quedarme con un poco de dinero, aparte de eso me quedaban algunas fichas que decidí jugar para marcharme, ¡Cuando de repente sucedió lo inimaginable me dieron una jugada de medio millón de pesos! Si acababa de ganar medio millón, yo no lo podía creer solo atinaba a decir, Gracias Dios mío me escuchaste… Todo era tan confuso para mí no podía creerlo.
El gerente del casino mando a buscar el equivalente del premio en fichas y luego me llevo a una oficina privada y me pagaron en efectivo, me pusieron todo ese dinero en un sobre manila grande, y me enviaron a mi casa con un taxi del casino, no permitieron que me fuera en mi carro, me dijeron que regresara al día siguiente a buscarlo, para evitar un atraco.
Llegue feliz a mi casa y al día siguiente fui al banco y cánsele mi deuda…

jueves, 22 de octubre de 2009

Y me hice una promesa...

Yo crecí en una familia donde se creí en Dios, y siempre que iba al casino sentía que estaba mal, lo que estaba haciendo era una constante lucha en mi interior, sin embargo pedía a Dios que me ayudara a ganar que me diera la oportunidad de ganar algún dinero.
Las cosas ya se me estaban complicando, empecé a empeñar cosas a cogerle dinero prestado al prestamista, al principio era fácil casi siempre ganaba y le devolvía el mismo día lo que le había cogido y me iba para mi casa ganando algo.
Pero a medida que esto se fue convirtiendo en una práctica frecuente, mas se me dificultaba pagar. Entonces un día me llame a capitulo yo mismo y me dije que tenía que terminar con aquello y salirme de ese vicio. Me fui a mi casa muy convencido de lo que me había propuesto.
Pero más adelante ya verán cómo se rompen las promesas que uno se haya hecho con mas fe.

lunes, 12 de octubre de 2009

La mala suerte aveces premia...

Muy mala suerte era tan increíble que, recuerdo una vez una de las relacionadora publica de uno de los casino que frecuentaba, me llamo para decirme que se había tomado la libertad de inscribirme en un concurso que había esa noche, quería confirmar que asistiría, ya que cada participante debía pagar una cuota para participar. Le respondí que no estaba interesado, a causa de mi mala suerte... ella insistió por eso mismo debe participar, porque el que pierda sera el ganador.
El juego consistía en juntar 10 jugadores, a los cuales se les colocaría 200 pesos en las maquinitas, aquel que perdiera primero se llevaría el premio de 5000 pesos.
el problema de las maquinitas es que uno juega pero puede ir ganando pequeñas cantidades que no te dejan perder rápido.
Me deje convencer y participe... ¿y que creen? era tan mala mi suerte que gane, jugué los 200 pesos que colocaron en la maquinita y esta no me dio ni un centavo, así que gane...

Tratando de aprender.

Al principio cuando empiezas a ir a un casino lo único que te interesa es pasar un rato ameno si ganas un dinerillo mejor, pero con el tiempo esto se va convirtiendo en una lucha cuerpo a cuerpo entre en casino y tu, solo quieres ganar, no tanto por el dinero, sino porque no se entiende como se puede perder tanto y el casino siempre gana, es un recto diario que claro nunca venceremos, aunque estamos convencidos de que si. cuando la suerte esta en contra no importa lo que hagas no hay forma de ganar. Recuerdo un día jugando Black Jakc, con una apuesta de 750 pesos sobre el punto, esperaba ganar esa mano, pero el destino es curioso. la primera carta que me da es un diez, luego me da un cuatro, ella se coloca un diez arriba y oculta la otra carta. Y aquí el dilema, para ganar hay que tener 21 o mas que la casa, yo cuento con 14, pero la casa con un diez arriba y una carta oculta puede tener cualquier cosa, un 20, 19, 18 etc y yo con un 14 estoy perdiendo, pero puede que la casa tenga también una carta pequeña y tenga un 12, 13, 15 ,16 y en ese caso tendría que coger otra carta y puede ser que se pase y pierda. decidí quedarme con los 14 y no pedir mas carta, pero a ultimo segundo le grite ESPERA! y pedí otra carta, y me dio un 7 que con mi 14 suman 21, por lo que se suponía que había ganado, todos los que estaban en la mesa gritaban me felicitaban, pero en seguida comprendi que había perdido, no se porque lo sentí, cuando la casa le dio vuelta a la carta que tenia oculta tenia una az, tenia un black jakc que anula en 21.
ESO SE LLAMA MALA SUERTE.

sábado, 10 de octubre de 2009

El casino tiene múltiples forma de llamarte, te entregan cada día un sin numero de boletos para rifas diarias, interdiarias, semanales, una forma de tener al jugador enganchado, y encontrar siempre un pretexto a ir al casino, tuve una temporada en la que tenia suerte con las rifas y gana frecuente mente, pero el dinero volvía a quedar en el casino, cada vez apostaba mas, como los demás jugadores veían que jugaba con frecuencia, cuando el dinero se me terminaba uno que otro me regalaba alguna ficha y aveces de esa forma recuperaba lo que había perdido, es muy frecuente entre jugadores que se conocen y comparten con frecuencia regalarle ficha al que haya perdido, esto hace que cuando ellos son los que pierden ya uno tiene ese compromiso de ayudarlo también.
El jugador pierde el interés por todo lo que no sea el juego, ya no existe el sexo, el cine, ningún tipo de diversión que no sea el juego, los amigos que no son del juego se dejan olvidados poco a poco ya no se comparte con ellos ni con la familia.
Cada tiempo libre lleva al casino, al infirno, aveces veia algunas personas que perdian el control cuando estaban perdiendo se peleaban con los lideres, los insultaban porque segun ellos eran los culpables de que perdieran; todo aquello me parecia tan mal, porque esas personas solo son empleados del casino y muy mal pagados. Siempre me decia el que no quiere perder no debe jugar y, ya. mas tarde me daria cuenta que las cosas no son tan sencillas cuando se esta dentro de este vicio, en ese negocio vi personas perder su negocio, sus empleos, quedar dando latima pidiendo una ficha.

viernes, 9 de octubre de 2009

Al camino del abismo.

Llego un momento en mi vida de jugador en el que decidía ir al casino a pasar un rato con poco dinero, con la ilusa ilusión de ganar un poco y pasar un momento con mis nuevos amigos; y eso dio resultado duran un tiempo. Pero las cosas se fueron complicando poco a poco sin yo mismo darme cuenta me estaba perdiendo en aquel mundo, el ya estaba tomando sin yo saberlo control de mi... iba poco a poco aprendiendo juegos nuevos, ahora ya sabia jugar poker, jugaba de acuerdo a mi estado de animo.
Aveces quería regresar a casa temprano, pero los amigos me convencían de quedarme o de cambiar de casino, así nos pasábamos las noches de casino en casino tratando de ganar como fuera, pero los días que uno esta de malas, no vale nada.
Empecé a ir solo los fines de semanas y ya iba también durante la semana, aquello se estaba convirtiendo en mi mundo, por suerte no estaba casado, porque de lo contrario creo que mi esposa me habría matado.
Tengo que decir que tampoco soy alguien que tenga suerte en el juego, (tampoco en el amor) dicen: que quien no tiene suerte en el juego, tiene suerte en el amor, pero yo no pegaba una.
Cuando solía ganar algún dinerillo, al día siguiente lo gastaba todo, compraba todo lo que podía con el, como forma de lo volverlo a jugar.

martes, 6 de octubre de 2009

Comodo



Llega un momento en que el casino se convierte casi en un club, te encuentras siempre con la misma gente, te haces conocido en el medio, y ya es como si llegaras a un sitio donde están todos tus amigos (falsos amigos) que cuando se encuentran fuera de ahí no se conocen, y si por casualidad se saludan no mencionaran nunca de donde se conocen, ese secreto está bien guardado entre jugadores, ( es como una forma de saber de que lo que hacen no está bien, y está condenado por todos, pero uno lo sigue haciendo)
El jugador pierde credibilidad frente a sus amigos, familiares, y te tratan como una peste, uno deja de ser una persona para volverse la vergüenza de todo el mundo, nadie te presta un peso, ni tiene confianza de dejarte dinero a tu alcance, creo que a uno lo ven ya peor que un ladrón. Se le puede venir a uno un problema grande y de verdad necesitar ayuda de tu familia, pero ellos ya no te creen dejas de ser creíble.


Desesperacion


La presión del juego es tan grande, que muchas personas se suicidan porque se les hace imposible salir de esto es un proceso de descenso cada día uno se hunde mas y mas, un día vi en el casino Hispañola un hombre vomitar la sangre y caer como un mango.
Se desintegra la familia, las esposas se cansan de que sus maridos lleguen tarde y sin dinero a sus hogares, muchas veces vi a hombres buscando sus esposas en los casinos y hasta pegarles para que no juegue.
Hay casinos aquí que son verdaderos prostíbulos, como es el caso del Jaragua, todo el mundo sabe que es más famoso, como prostíbulo que como casino. Esas chicas salen con los hombres y regresan a jugarse el dinero, y vuelven y salen y vuelven a jugar el dinero de nuevo y esto se les vuelve un círculo vicioso.

Descubriendo otro mundo




Las cosas que en los casinos se ven son muchas, muchas mujeres que se prostituyen por el juego, los prestamista insultando los jugadores delante de todo el mundo porque no le pagaron cuando prometieron, viendo esto un día me dije cuando no tenga dinero no vendré a jugar total que no es una obligación que voy a estar tomando dinero prestado para jugar, yo que no cojo prestado para otra cosa, no lo voy a coger para eso. Para que me pongan a pasar vergüenza de esa forma. (Lo que no sabía en aquel momento era que, ya estaba en aquel camino, el cual se estaba instalando en mí poco a poco sin que yo mismo me diera cuenta) En este medio, se encuentra uno una cantidad de amigos y amigas que de repente te quieren mucho y están junto a ti aplaudiendo cuando tú ganas, un poco alejados cuando pierdes y cuando te cae definitivamente ya no queda nadie. El mismo casino cuando se percata de que ya no tienes más dinero, después que eras bien recibido bien tratado, cuando ya no tienes dinero te mandan a sacar con la seguridad, como un vil pordiosero.
Caer en esta situación le puede suceder a cualquiera, yo me creí blindado a vicios de cualquier tipo, me creía muy fuerte y dueño de mi vida, sin embargo caí hasta tocar fondo. Hasta llegue a pensar en el suicidio para lograr salir de esto, cuanta veces no pensé en dejar ir mi carro por un precipicio, o chocarlo con un poste de luz, estaba dispuesto a cualquier cosa con tal de olvidar todo aquello, y el infierno estaba apenas empezando. Comencé a visitar diferentes casinos, ya estaba que perdía en uno, y salía de ahí y entraba a otro, muchas veces me recuperaba, y entonces me iba a mi casa, prometiéndome a mi mismo que no volvería.

probando



Después que mi amigo se fue quise ir un día a probar suerte; Me dije puedo gastarme unos 200 pesos, y si pierdo me llevo a decir que me tome un trago por ahí, debo decir que esto sucedió en los años 90, porque ahora para ir a un casino necesitaría por lo menos 2000 pesos. Bueno mi primer problema fue darme cuenta que no sabía jugar. Entonces me dirigí a la ruleta pensé que no era necesario saber mucho, solo bastaba con apostar a un numero y ya, aunque más tarde aprendí que no es tan sencillo como eso. Me dedique a apostar a 5 números fijos, imagínense cuando eso las fichas eran a peso, con cien pesos era una cantidad de fichas (cien) se jugaba mucho con eso, me tomaba mi trago, cenaba y me distraía un rato. Esto lo empecé hacer una vez por mes, después empecé a ir cada fin de semana. Como no sabía jugar, ni como era el pago me imagino que más de una vez me habrán engañado con el pago, la ruleta paga el 37/1 pleno, esto quiere decir: que si apuesta una ficha de un peso por ejemplo sobre un numero y este sale, la casa debe pagarte 37 fichas, ni jugando todos los números de la ruleta ganarías, el paño tiene 36 números, cero, doble cero + los colores, así que si jugara todos los números, aun ganando terminaría perdiendo dos fichas.
Un día invite a un hermano mío y su esposa a venir conmigo, su esposa y yo nos quedamos jugando ruleta, que era lo único que sabía jugar entre comillas; como media hora después aparece mi hermano con las manos llenas de fichas de 25 pesos, y nos dice miren estoy ganando. ¿Y qué es lo que juegas le preguntamos? –Pues un jueguito que descubrí allí, la paga es uno por uno, (es decir te paga la misma cantidad que apuestas, si ganas) Lo seguimos el famoso juego era el famoso Black Jack, nos sentamos a jugar todos los jugadores que estaban se pararon de la mesa y nos la dejaron a nosotros, yo no entendí porque, solo lo entendí más tarde, hay reglas para jugar este juego y nosotros las desconocíamos todas, sin embargo ganamos. Más tarde también aprendí que cuando se juega con tantas reglas, y tantas presiones menos se gana. Tampoco entendía porque los borrachos que casi se caían de la borrachera lograban ganar el secreto estaba en que jugaban sin ninguna presión. (Entre menos te preocupas de si pierdes o gana, mas fácil gana).